Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2022

Mao Tse-Tung, charlas sobre arte y literatura

Imagen
por Mario Goloboff. En 1942, en Yenán, punto final de la Larga Marcha, en medio de la guerra de resistencia contra la invasión del Japón, y lejos de las zonas dominadas por el Kuomintang (el inseguro aliado), se forjaba el futuro de la revolución china. Yenán era el centro de irradiación de donde habría de partir, años después, el impulso para destruir el anciano régimen semicolonial y construir la Nueva Democracia, y convergían en él las vanguardias combatientes, obreros y campesinos armados y muchos intelectuales desprendidos de otras clases. Mao (o Mao Zedong, como se dice ahora), quien era ya el dirigente máximo de ese proceso, impartía sus enseñanzas y doctrinas, abordando los temas más espinosos, entre los que estaban los del arte y la literatura, para un pueblo preocupado más que nada por el hambre y el analfabetismo, en una China que estaba llegando a los quinientos millones de habitantes. En tres reuniones celebradas durante el mes de mayo del año ‘42, Mao Tse-Tung, políti

¿Para qué re-leer la historia? Notas sobre la URSS y la II° Guerra Mundial (II)

Imagen
  por Pablo Leoncini.   “ No sólo son raíces / bajo las piedras teñidas de sangre, / aún sus puños levantados contradicen la muerte .”  –Pablo Neruda.   Batallas sobre el pasado (y el presente)   La época que vivimos pareciera estar determinada por el conformismo social, por la sacralización de lo establecido a partir de los dictados de una cultura alienante que, como una especie de nuevo credo masivo, modela nuestra sociedad desde fines del siglo XX. Aunque, según la tradición de los vencidos, las cosas pueden empeorar, también entendemos posible (y necesario) ver el tiempo como un documento de ruptura . Necesitamos comprender la historia como una sucesión de temporalidades alternativas a ese “tiempo homogéneo” establecido por el vencedor cultural e intentar hacer estallar la linealidad de la historia para desarmar este presente sin futuro alternativo. Sin embargo, descomponer la temporalidad hegemónica supone lo opuesto a cualquier intento de mistificación o reproducción de

La casa de los libros perdidos

Imagen
por Gustavo Molina. La casa de los libros perdidos es la metáfora de la mayor tragedia argentina del último medio siglo. Los Gerchunoff eran una familia de judíos comunistas que vivían en la provincia de Córdoba. Eva Maltz, arquitecta, y su esposo Salomón Gerchunoff, abogado de los obreros afiliados al sindicato de mecánicos (SMATA), tenían cinco hijos de entre 9 y 19 años cuando el golpe cívico militar del 24 de marzo de 1976 se apropió del poder.  Previendo lo que podía llegar a suceder, Eva decidió esconder la biblioteca familiar: de casi medio millar de libros de autores como Karl Marx, Federico Engels, Vladimir Illich Lenin, Pablo Neruda o César Vallejo, además de revistas editadas en la Unión Soviética, los países del Este europeo o la Cuba socialista y volantes del Partido Comunista. Ya sabían lo que eran las estrategias de la represión. La sufrían desde antes del golpe de Estado, durante el gobierno democrático de Isabel Perón, a través de y la Triple A (Alianza Anticomunis