La Ferifiesta Comunista (III): 1986
La Ferifiesta de 1986 se desarrolló en Parque Sarmiento, los días 5 y 6 de abril. La leyenda central de los primeros anuncios, “Para lograr el éxito político, movilización general”, iba acompañada de dibujos de gente a pie, en bicicleta, con pelotas, globos, chicos, grandes, varones y mujeres, con una estética similar a las ediciones anteriores, pero con dos pancartas novedosas: “Moratoria YA” y “FMI o pueblo”. Comenzó a anunciarse desde febrero y aseguraba, una vez más, la participación de “figuras artísticas de primer nivel... ubicadas en la cumbre de la popularidad”[1].
Consideramos
que lo más relevante de la edición fue la decisión del PCA de subrayar la
participación de delegaciones de todo el mundo, al destacar la importancia del
internacionalismo como valor en un orden que ilustra las preocupaciones del
partido: Nicaragua, Cuba, El Salvador, la URSS, Chile, Uruguay, la República
Democrática Alemana, Checoslovaquia y Paraguay. En dicha edición se da un gran
cambio, la “Ciudad Internacional” se reeditó bajo el lema “la paz y la
solidaridad antimperialista”.
Esta
edición del evento, según lo indicaba la prensa, era la oportunidad para
divulgar el contenido del debate hacia el próximo Congreso Nacional del PCA, el
XVI Congreso, que fue el marco en el que se realizó la Ferifiesta[2]. Como artistas destacados
participaron Mercedes Sosa, León Gieco, Teresa Parodi y Osvaldo Pugliese, y,
paralelamente a la centralidad que los músicos tuvieron en los años anteriores,
se jerarquizaron consignas como la de solidaridad internacional, en particular
hacia Nicaragua, Chile y El Salvador, y el antiimperialismo, con énfasis en el
enfrentamiento a la carrera armamentística y el “holocausto mundial”, presentes
en una carta abierta a Ronald Reagan.
En
particular, el apoyo a Nicaragua se manifestó con la presencia de las Brigadas
del Café del Movimiento de Brigadistas
General San Martín de La Fede, que ya habían tenido su propio stand el año
anterior, pero sin relevancia en la prensa. La recuperación de una tradición
internacionalista, cuyos orígenes se remontan a la solidaridad con la Guerra
Civil Española, se manifestó con el discurso de una figura emblemática, Fanny
Edelman, quien, tal como señalamos, estuvo presente en el acto de lanzamiento del
movimiento de brigadistas en 1984 y en su despedida en el aeropuerto en los
primeros días de 1985. La dirigente era entonces responsable de las relaciones
internacionales del Comité Central, miembro de la Comisión Política del PCA,
asimismo, inauguró la Ciudad Internacional de la Ferifiesta de ese año.
Sin
embargo, en el plano nacional, la Ferifiesta apostaba a la convocatoria de los
más diversos sectores
“concebida como un
instrumento y no como un fin en sí mismo, es y debe ser concebida cada vez más
como un gran aporte a la política de concentración en el movimiento obrero, que
nos permita nuclear en torno de una actividad política recreativa y cultural de
carácter multifacético, en primer lugar a los obreros y obreras de las grandes
empresas, a sus familias, a los trabajadores y vecinos de los gremios y
barrios, y a todos los militantes y dirigentes barriales del Frente del Pueblo,
a nuestros amigos cristianos e intransigentes, y fundamentalmente a nuestros
compañeros peronistas”[3].
En
ese punto, el propósito de la Ferifiesta era “contribuir a la difusión,
desarrollo y fortalecimiento de la prensa comunista” y “también tendrá su
motivación política de fondo” con el lema “por la moratoria es paz, pan,
trabajo y democracia”, esta pedía una moratoria para el pago de la deuda, la
cual era una iniciativa comunista a la que se había plegado el FREPU y había
adoptado en su programa la C
GT. En el transcurso de la Ferifiesta se proyectó
una campaña de solidaridad con las luchas populares en Argentina, pero también
con “Nicaragua, El Salvador y otros pueblos que luchan o marchan hacia la
liberación nacional y social”[4].
La
edición era preámbulo de nuevas brigadas a Centroamérica que se articularon y
se amalgamaron permanentemente con las intenciones de conformar un Frente de
Liberación Nacional y Social en Argentina y que pudiera dirigir al sujeto (el
pueblo) hacia el horizonte que el PCA se planteó durante el XVI Congreso: una
vez más, la revolución patriótica, popular y democrática; antiimperialista,
agraria y antimonopolista, hacia el socialismo e integrada a la gesta
liberadora latinoamericana.
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