Anarquistas y comunistas en la Patagonia Rebelde




por Alberto Nadra.

Hace pocas semanas se cumplieron 100 años del inicio de las heroicas luchas de los peones rurales del sur argentino, inmortalizadas como La Patagonia Rebelde.
Un tema polémico (que se fue develando con los años, la ruptura de cierto secretismo de las perseguidas organizaciones revolucionarias y nuevos aportes a la investigación histórica) es la creencia de que los líderes de la huelga eran todos anarquistas, ya que tanto los que efectivamente lo fueron, como los que no, estaban contenidos en la FORA.
“El joven comunismo tuvo como política que sus militantes sindicales estuvieran en esa central, como el ‘gallego’ Soto, líder de aquella huelga, según el aporte realizado por Lois Pérez Leira, apuntó en junio de 2011 el fallecido Isidoro Gilbert en una nota de la Revista "Ñ".
Comparto TEXTUAMENTE aquel escrito.
Antonio Gonzalo Soto Canalejo fue el gran dirigente de la huelga de los peones de Santa Cruz en 1921, lucha sangrientamente reprimida por lo que se conoce como la Patagonia Rebelde, notablemente reconstruida y narrada por Osvaldo Bayer.
En Galicia desde hace tiempo se rastrean las vidas y luchas de sus hijos que fueron a la inmigración que culminan en documentales o en libros. Uno de estos medios es el que utilizó Lois Pérez Leira, nacido en Galicia (y ciudadano argentino) para su libro: “Antonio Soto, desde el Ferrol hasta el fin del mundo”.
Forma parte de las Crónicas de la Emigración, una serie de libros editados por el Grupo de Comunicación Galicia en el Mundo, editorial dedicada a la información periodística destinado a los españoles que residen en el exterior. Sus relatos se leen en castellano y en gallego, en un mismo ejemplar. La empresa pública el periódico Galicia en el Mundo. Esta línea de titulares que fueron presentados en la reciente feria del Libro cuenta con la colaboración de la Dirección General de la Ciudadanía española en el exterior. La serie intenta rescatar la memoria histórica de la vida y obra de los emigrantes españoles: ya se editaron libros como “Desaparecidos Españoles en la argentina", “Ramón Suárez Picallo, primer diputado de la emigración”, el texto que se comenta y otros.
Bayer había rastreado los orígenes y gran parte de la trayectoria de Soto como la de otros luchadores de la rebeldía patagónica. Lois Pérez la profundiza no solamente sus raíces familiares, sino que aporta nuevos datos que esclarecen más sobre la ideología y pertenencia política de Soto. Así, asegura que Soto se afilió en Buenos Aires al Partido Socialista Internacional, PSI, más tarde Partido Comunista, y por testimonios familiares supo que tuvo relevante presencia durante la Semana Trágica de enero de 1919.
Lois Pérez sostiene que Soto debió escapar de las persecuciones policiales por su actividad durante ese conflicto y lo hizo hacia la Patagonia. “Mi cuñado y su hermano Paco -nos cuenta Pedro Molina, cuñado de Soto- tuvieron que esconderse en un tanque de agua que estaba vacío, para evitar que fueran detenidos y asesinados. Los grupos de la Liga Patriótica los estaban buscando para vengarse de su participación en la Semana Trágica. Después de algunos días de ocultamiento, Antonio decidió marcharse para el sur patagónico, hasta que pasara el terror establecido”.
Es así como Soto se embarca rumbo al sur argentino. “Contacta seguramente en el viaje con una compañía de teatro española que iba haciendo representaciones por los puertos patagónicos” pero no serán las tablas el interés del personaje. Bayer ha relatado minuciosamente la situación de los peones de las grandes estancias, en general propiedad de británicos, que es el panorama que encontró y conmovió al joven gallego cuya foto con gorra y vestimenta de ciclista ha pasado a la posteridad. Es la que le permitió a Luis Brandoni representar al personaje en La Patagonia Rebelde.
Pérez en cambio no opina como Bayer que Soto, y varios huelguistas como el fusilado Argüelles hayan sido anarquistas. Aporta para ello varios testimonios de familiares, y especialmente un recorte del diario comunista La Internacional del 22 de marzo de 1922: “Se hallan en Buenos Aires una cantidad de camaradas que han tomado participación directa en los sucesos del sur, y que han sido traídos a esta capital en calidad de deportados. Ellos nos han facilitado datos que, hoy reunidos, damos a la publicidad dada la importancia de los mismos. Además, hace pocos días hemos tenido oportunidad de conversar extensamente con el compañero Antonio Soto conocido ya por nuestros lectores por el reportaje que le hicimos con motivo del conflicto anterior. Soto estuvo entre nosotros a comienzo del año pasado, traía entonces la delegación del Sindicato de (Río) Gallegos ante el Congreso de la Plata (se refiere al de la FORA), representación que, por los términos en que se le había conferido, lo obligaba a sostener en dicho Congreso la adhesión incondicional a la Internacional Sindical Roja (dependiente de la Internacional Comunista). Cuando el retornaba a Gallegos, llevaba consigo todos los elementos necesarios para la propaganda comunista y para la creación de una agrupación de nuestro partido en aquel lugar. Y, efectivamente ni bien llegara inicio los trabajos respectivos; pero las exigencias de la lucha sindical que día a día acentuaban su carácter de lucha, le absorbieron el tiempo. Más aun: se disponía ya a una gira de propaganda sindical cuando los acontecimientos, que luego se desarrollaron en forma trágica, precipitaron las cosas, de tal manera que hubo necesariamente de suspenderla. Las declaraciones realmente sensacionales que nos ha hecho Soto, tienen importancia especial, puesto que el ha sido unos de los que más participación activa han tomado en los acontecimientos. Son palabras, no son solo de un testigo ocular, si no las de un actor de suma responsabilidad…”
Un informe de José Penelón a La Internacional relata la huelga de los peones rurales de Santa Cruz afirma que en la “dirección de ese movimiento había afiliados al PSI” y que el Comité Ejecutivo “contribuyó con recursos materiales de importancia a salvar de la reacción capitalista al líder más conocido de esa huelga –afiliado al partido…”
Como se sabe, tras la derrota de la huelga Soto huyó con un grupo de peones a Chile. En el país vecino, constata Lois Pérez, amén de su vicisitudes personales y pasionales, sus vínculos con los comunistas chilenos, su respaldo a la línea del Frente Popular, su relación amistosa con Salvador Allende o su actividad en sociedades de amistad con la URSS, actitudes que no se corresponden a la de los anarquistas. No es un argumento, pero si es un dato el hecho de que su hija Isabel haya sido integrantes de la juventud comunista de Chile.
El intercambio epistolar con su madre da algunas pistas más sobre Soto. En las cartas que Pérez reproduce señala un vínculo directo con el Partido Comunista argentino, dando a entender que su madre conoce claramente esta relación. En todas las referencias la palabra “Partido” está escrita en mayúscula, dándole mayor importancia en el texto. En la emitida en Santiago el 9 de febrero de 1930 escribe a su madre: “De viaje a Mendoza, mamá, el otro día estuvo en casa un amigo de esa del Partido (sic) y va a ir a tu casa en cuanto le mande la dirección. Pues bien, este muchacho va a averiguar lo tocante a mi situación en cuanto a lo de Santa Cruz, pues debes saber que las autoridades me dieron por muerto, porque los diarios publicaron que había muerto. Así te tienen que averiguar en esa mi situación y lo va hacer el Partido”.
La creencia que los líderes de la huelga eran anarquistas puede haber nacido en que todos, los que eran y los que no, estaban contenidos en la FORA. El joven comunismo tuvo como política que sus militantes sindicales estuvieran en esa central. Interesante aporte historiográfico y para la polémica de Lois Pérez Leira.

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