El programa cultural de la FEDE
por
Débora Ermosi.
Introducción.
En
1983, Raúl Alfonsín asumió el gobierno tras ganar las elecciones convocadas por
la dictadura militar para garantizar una retirada ordenada de las fuerzas
armadas. La refundación de las instituciones democráticas, la plena vigencia de
las libertades públicas y el respeto por el disenso dentro del pluralismo
político fueron las banderas del nuevo gobierno democrático. Así, el nuevo
discurso ético del radicalismo marcó el fin de una época. Durante el gobierno
de Alfonsín se generaron numerosas iniciativas tendientes a alentar la
participación ciudadana. En el área cultural, se diseñaron una serie de propuestas
orientadas a democratizar y diversificar el consumo de bienes culturales. Así,
con la nueva etapa que se iniciaba en 1983, el radicalismo buscaba incorporar
nuevos elementos a su “cultura política”, los cuales se encontraban vinculados
fundamentalmente al énfasis en la movilización y a la apertura del partido
hacia los sectores juveniles. Este
sector, también era disputado por otras fuerzas políticas, como por ejemplo el
Partido Comunista, a través de su órgano juvenil la Federación Juvenil
Comunista. En este sentido, con símbolos, discursos, estrategias y prácticas
diversas, ambas fuerzas se disputaban a la juventud para dar forma y contenido
a la nueva “cultura política” que el país requería. En este contexto, lo que se
pretende en este trabajo es reconstruir y analizar las prácticas
artístico-culturales promovidas por la FJC, en un intento por visualizar sus
significados para los jóvenes que se incorporaban a la militancia tanto como su
entidad dentro de la cultura argentina en un contexto de transición hacia un
orden político democrático. Para ello, se analizarán revistas partidarias,
entrevistas y volantes emitidos por el PC y la FJC. Así, en un primer apartado
se realizará una reconstrucción de los distintos tipos de manifestaciones
culturales (fiestas, festivales, talleres, jornadas recreativas) realizadas por
la FJC durante la década del ´80, para poder analizar la lógica seguida en este
tipo de actividades, tratando de vislumbrar a quienes se quería interpelar, a
quienes querían convocar, con qué artistas establecieron vínculos y qué géneros
fueron los más consumidos. En un segundo apartado, se retomará el proyecto
cultural propuesto por el PC, comparándolo con la agenda cultural oficial, lo
que permitirá comprender “la disputa por la juventud” que se produjo entre
ambas fuerzas. Por último y a modo de conclusión, se esbozarán las reflexiones
finales.
Acción
y reacción: el proyecto cultural de la juventud comunista
Los
jóvenes nucleados en la FJC desarrollaron un intenso programa cultural con el retorno
de la democracia y a lo largo de toda la década de 1980. No obstante, estos
jóvenes desplegaron una intensa actividad político-cultural también en plena
dictadura. Es por ello que, en este apartado, se analizarán, por un lado, las
manifestaciones culturales realizadas en los últimos años del gobierno militar,
para luego analizar el desarrollo de las actividades artístico-culturales
realizadas por los jóvenes comunistas durante el retorno de la democracia, que
nos permita reconocer líneas de continuidad o de discontinuidad entre ambos
períodos.
Manifestaciones
culturales de la FJC durante la dictadura militar
Durante
los tres primeros años de la década del ´80, período en que la dictadura
militar comenzaba a mostrar rasgos de debilidad, los jóvenes militantes de la
FJC comenzaban a desarrollar una serie
de manifestaciones culturales. Uno de los frentes con mayor actividad, el de
los estudiantes secundarios, por ejemplo, organizó el 10 de octubre de 1981 un
festival que, bajo el lema “Música y Paz” convocó a 3000 jóvenes[1]. Por otro lado, la FJC
participó del Encuentro Artístico Nacional por la Paz y la soberanía de las
Islas Malvinas, realizado el 4 de mayo de 1982 y convocado por el Sindicato
Argentino de Músicos, DECUNA (Defensa de la Cultura Nativa), la Asociación
Argentina de Actores, la Asociación argentina de Intérpretes, ARGENTORES, la
Sociedad de Artistas plásticos y Teatro Abierto[2]. El 9 de julio del mismo
año, los jóvenes comunistas organizaron, el Encuentro de Jóvenes artistas
comunistas en un local del barrio de Almagro, en la Capital Federal[3]. Este tipo de actividades
formaban parte del vasto movimiento anti-censura que entró en vigor en
1981.
En
este proceso, hubo dos valiosas iniciativas que sentaron precedente:Teatro Abierto y Arte y Parte, dos actividades que muestran el tránsito de la
pasividad a la actividad y vitalidad creativa por parte de los artistas y de la
juventud, en un contexto de gobierno dictatorial. Teatro
Abierto fue un movimiento de los artistas teatrales de Buenos Aires que
surgió en 1981 y dejó de funcionar en 1985. Se constituyó en un hito
insoslayable del teatro argentino y ha pasado a la historia como el
acontecimiento en el que el campo teatral se unió para expresarse en contra de
la dictadura. Este movimiento encarnado en Teatro
Abierto, nació por el impulso de un grupo de autores dispuestos a reafirmar
la existencia de la dramaturgia argentina, aislada por la censura[4]. Integrado por Osvaldo
Dragún, que había militado en el PC y en la FJC, Roberto Cossa, Jorge Rivera
López, Luis Brandoni y Pepe Soriano, el movimiento tuvo un fuerte respaldo de
la Fede[5]. En realidad, este no fue
el único ni el primer espacio de manifestación cultural durante la dictadura:
peñas musicales y literarias, recitales de poesía, las Jornadas del Color y de la Forma y el Encuentro de las Artes
(organizado por artistas del Partido Socialista de los Trabajadores [PST] y en
el que participaron algunos artistas vinculados al PC) constituyeron un
entramado de prácticas de diversa índole, en diversas ciudades del país.
Por
otro lado, Arte y Parte “se trató de
una iniciativa que aglutinó a diversos sectores de la cultura y, además, fue
especialmente dirigida y hecha por la juventud”[6]. Entre las actividades que
podían realizarse en la feria, se pueden nombrar: teatro, mimo, artesanías,
café concert al aire libre con recital de poesía y conferencias, dibujo y
pintura, cine y fotografía, danza,
escenarios simultáneos para rock, música clásica y popular ciudadana, folklore,
tango, candombe. Arte y Parte, al
combinar actos, música y poesía, con espectáculos artísticos de diverso tipo,
con stands de literatura política y de familiares de presos y desaparecidos de
Uruguay y Paraguay, junto a candidatos comunistas y peronistas explicando sus
propuestas, desarrolló nuevas formas de hacer y expresar el pensamiento y la
acción política. En su doble carácter, mostró el poder de convocatoria de un
fenómeno artístico-político, tanto en los creadores como en el público[7]. Lo sobresaliente de Arte y Parte fue que se trató de una
iniciativa especialmente dirigida y hecha por la juventud comunista, de la cual
participaron diversos sectores de la cultura.
El
desarrollo de estas actividades, buscaba la participación activa de la
juventud. El Festival-Marcha Juventud ´82,
realizado en la cancha de Ferro el 30 de octubre, al que asistieron 12.000
jóvenes, demostró el protagonismo que estaba adquiriendo la juventud. Así,
peronistas, radicales, comunistas, democristianos, intransigentes, socialistas
y conservadores, convocaron a la juventud, junto a 200 organizaciones y
personalidades gremiales y deportivas, a participar de esta iniciativa que
culminó con una marcha desde la cancha de Ferro hasta el monumento de Simón
Bolívar en Parque Rivadavia. En este festival, temas como la paz, la soberanía
y la democracia, resonaron a través del rock nacional y del folklore. Los actos
y movilizaciones callejeras se generalizaron en las barriadas populares, junto
a otras actividades como la recolección de firmas entre los estudiantes universitarios
para la reapertura de los centros de estudiantes, los campeonatos de fútbol
organizados por la prensa partidaria, los debates acerca de la soberanía, la
paz y la lucha por las Islas Malvinas, los actos de solidaridad con los países
de Latinoamérica; fueron iniciativas que movilizaron a gran parte de la
juventud argentina que volvía a tener espacios de expresión y participación.
En
la revista partidaria Aquí y Ahora la
Juventud, se mencionan una serie de actos que contaron con una fuerte presencia
de la juventud: el Festival de Rock (festival por la solidaridad
latinoamericana) que se realizó el 16 de mayo de 1982 en el Estadio Obras en el
contexto de la Guerra de Malvinas; los actos en facultades organizados por el
movimiento estudiantil universitario en su lucha por la legalidad de su
accionar; el acto organizado por la Multisectorial Juvenil Metropolitana
(primer acto autorizado en el distrito al que asistieron más de 1000 jóvenes),
la fiesta organizada por la propia revista que por primera vez pudo acercarse a
sus lectores sorteando una serie de prohibiciones y persecuciones. Esta fiesta
de la revista fue la culminación de una serie de bailes, campeonatos de fútbol,
brindis, festivales, entre otras actividades organizadas[8]. Ya en 1983, el Fiestononón (como la llamaron),
realizada el 21 de junio en un local de la Capital Federal, supo sintetizar el
trabajo de muchas jornadas a lo largo del país que sobrepasó las 1000
actividades de todo tipo: piqueteos, recitales, venta en colectivos, bailes, mesas
en las veredas, charlas, etc[9]. En este marco comenzaba a
entrar en vigor, el trabajo militante de las “brigadas de pintores callejeros”
de la Fede. Entre las más conocidas
estaban la “Castagnino” (integrada por alumnos de Bellas Artes), la “América Libre”
(integrada por obreros y desocupados), “Globo corazón” (formada por integrantes
de la hinchada del club Huracán), “Venceremos” (de Morón), la de Avellaneda,
etc. La creación de estas brigadas fue un arduo trabajo implementado por la FJC
que, además de pintores, letristas y muralistas, convocaba a titiriteros,
mimos, músicos, actores, médicos, etc[10].
Manifestaciones
culturales de la FJC con el retorno de la democracia
Con
el fin de sumar nuevos militantes a las filas de la FJC y del Partido, los
dirigentes de la Federación consideraban a la prensa como el medio más idóneo
para llegar a los jóvenes estudiantes. No sólo era considerada una fuente
crucial para la circulación de las ideas políticas de los comunistas, sino que
además era un campo propicio para convocar a la “unidad de los jóvenes”
(afiliados o no al Partido) a través de la participación en las actividades
recreativas, artísticas y culturales organizadas por la FJC[11]. Así, con el retorno de
la democracia, los festivales de la prensa comunista se volvieron moneda
corriente. Desde enero de 1984 se fueron organizando actividades y actos de
todo tipo en los barrios, localidades y provincias con el fin de llegar a
celebrar la Fiesta de la Prensa Comunista
Qué Pasa y Aquí y Ahora[12] el 14 y 15 de abril en la Capital Federal.
Entre las actividades realizadas se pueden nombrar: campeonatos de fútbol (y de
otras especialidades deportivas), recitales, actos, etc. Además, Aquí y Ahora la Juventud promulgó la
formación de murgas y comparsas con el estandarte de la revista[13].
En
este sentido, con la decisión de celebrar Ferifiesta
´84, se intentaba iniciar una tradición festiva anual de gran envergadura a
nivel nacional. Lo que buscaban los comunistas era desplegar en gran escala una
forma nueva de hacer política: participativa, amplia, cordial; una forma
práctica de convivencia democrática[14]. No se pensaba en un
evento sólo para los comunistas sino en un evento al que asistieran también
jóvenes peronistas, radicales, intransigentes, socialistas, cristianos o
independientes, para que pudieran disfrutar de diversos números artísticos,
literarios, cinematográficos: recitales musicales, obras teatrales y mímicas,
títeres, cafés literarios al aire libre, mesas redondas para debates, carpas
cerradas con espectáculos infantiles y cine, zonas de campings, fogones
guitarreros, un gran baile organizado por la revista. De este modo, entonces,
buscaban reforzar a través del espíritu festivo la solidaridad y el compromiso,
valores fuertemente practicados y defendidos por los jóvenes comunistas antes y
durante el período analizado[15]. Además, en ese mismo año
hubo una activa participación en la preparación del XII Festival Mundial de la
Juventud y los Estudiantes a realizarse del 27 de julio al 3 de agosto de 1985
en Moscú, la capital rusa[16].
El
año 1985 se inició igual que el anterior, realizando alrededor de unas 135
fiestas barriales, locales y provinciales, cuyo broche de oro sería Ferifiesta ´85, este multitudinario
evento que buscaba desarrollar nuevamente una intensa actividad deportiva y
cultural. En esta ocasión, se celebró en Parque Sarmiento el 12, 13 y 14 de
abril, coincidiendo el día 12 con el aniversario de la Fede. En esta fiesta de
la prensa comunista se combinaban el tango, el folklore con la música
latinoamericana y el rock. Entre los artistas convocados se pueden nombrar:
Víctor Heredia, Horacio Guaraní, Osvaldo Pugliese, Cuarteto Zupay, Los
Trovadores, Rubén Rada, Armando Tejada Gómez, Hamlet Lima Quintana, Inda
Ledesma, Quinteto Tiempo, Héctor Negro y Folk 4. Entre los conjuntos musicales
internacionales estuvieron: Irakere (grupo cubano que combina la nueva canción
latinoamericana con el jazz, el blues y otros ritmos), Labornois Carrero
(interpretando la nueva canción uruguaya), G.E.S. (grupo rockero de la
República Democrática Alemana) y Carrousel (grupo que interpretó música popular
de la U.R.S.S.)[17].
El
año 1985 fue declarado por la ONU el año mundial de la juventud y es en ese
marco que se celebró el XII Festival Mundial de la Juventud[18]. En miras a este evento,
en Argentina se organizó el Comité Nacional Preparatorio (C.N.P.) que llamaba
la atención por la diversidad de actores sociales, políticos y culturales que
participaron de la convocatoria. A nivel nacional, 1985 también fue un año importante
para la FJC ya que logró concretar la realización de la segunda edición de Arte
y Parte, que se realizó el 5 y 6 de octubre en los bosques de Palermo. Al igual
que en la primera edición, esta feria juvenil de arte se propuso como un evento
participativo y de intercambio con un carácter amplio en lo estético e
ideológico. En un volante de la Ferifiesta,
la FJC presentaba a este festival como “una fiesta para toda la familia, la más
popular de las fiestas del pueblo.”[19] En este sentido, se
volvieron a organizar diversas actividades por disciplinas, para lo cual se
prepararon varios escenarios para música, carpas de teatro y cine, un café
literario y zonas de recreación infantil; también hubo camping, deportes y
bailes. Entre los artistas convocados se puede mencionar a Los Trovadores,
Rubén Rada, Cuarteto Zupay, Víctor Heredia, Osvaldo Pugliese y Horacio Guarany[20], muchos de los cuáles ya
tenían una intensa participación en los festivales de la prensa comunista.
En
1986 se celebró, por tercer año consecutivo, Ferifiesta ´86. Esta vez, la fiesta organizada por Qué Pasa y Juventud para la Liberación (nueva revista de la Fede), contó con
la presencia de Teresa Parodi, Mercedes Sosa, León Gieco y Osvaldo Pugliese[21]. Las masivas
manifestaciones culturales organizadas por la Federación parecieron entrar en
un impasse a partir de la realización del XVI Congreso[22] del PC, celebrado en
1986, por lo menos hasta fines de los años ´80, más precisamente en 1989 donde
empezaron a proliferar nuevamente una serie de eventos culturales a nivel
nacional e internacional. Con la realización del XVI Congreso del PC, los
comunistas adoptaron la “vía revolucionaria para la acción” dejando atrás lo
que se concebía como una línea reformista intentando reforzar, entre otras
cosas, el vínculo entre ideología y política. Para esta tarea seguía siendo
fundamental la prensa como medio de acción política que permitiera reforzar la
labor de propaganda. De este modo, reinstalar la discusión ideológica dentro del
Partido hizo que la juventud comunista prestara atención al desarrollo de la
prensa como órgano de difusión ideológica, descuidando los proyectos
político-culturales iniciados durante los últimos años de la dictadura. En este
sentido, perdieron de vista que las ideas, cualquiera sea, se concretan en la
práctica: el desarrollo de estos actos y festivales, le permitió a la juventud
comunista participar y fomentar la “convivencia democrática” y reactivar la
militancia juvenil, no sólo de los comunistas sino también, y sobre todo, de
jóvenes que militaban o no en otras agrupaciones políticas, uno de los
objetivos a sostener a partir del nuevo momento político iniciado en 1983 y
descuidado a partir de 1986. Es por ello que llama la atención cómo una
práctica político-cultural de gran envergadura, destinada a jóvenes de
distintas afiliaciones políticas, que combinaba arte, política y recreación y,
por sobre todo, que se inició en los últimos años del gobierno militar y que
continuó activamente durante los tres primeros años del retorno de la
democracia, dejó de ocupar un lugar central en la agenda de trabajo de la FJC.
Esto puede deberse más que nada a la tensión que se generó entre la “vieja”
dirigencia y los jóvenes que pasaron, a partir del XVI Congreso del PC, a
cumplir un rol más protagónico en la dirección partidaria. No coincidir en los
debates generados en torno a los lineamientos a seguir, se cobró sus
frutos.
En
1989, uno de los eventos que cobró gran relevancia a nivel internacional fue el
XIII Festival Mundial de la Juventud. La delegación argentina, compuesta por 80
integrantes, se destacó además por la participación de diversos artistas
populares como Juan Carlos Baglieto, León Gieco y Antonio Tarragó Ros. A nivel
musical, la sorpresa la dio Carlos “La Mona” Jiménez, quien, invitado por la
FUC (Federación Universitaria de Córdoba) llevó el ritmo del cuarteto a Corea.
De este modo, el cuarteto, el folklore y el rock argentinos se hicieron
presentes entre los jóvenes del mundo. A nivel nacional, un evento de gran
relevancia en este año fue el Festival
contra el Indulto que se celebró en el obelisco el 21 de septiembre[23]. Entre los artistas
convocados se encontraban: Fito Páez, León Gieco, Antonio Tarrago Ross, Virus,
Víctor Heredia, Rubén Rada, Ignacio Copani, Rubén Goldin, Ariel Prat, La Típica
en leve ascenso. Al igual que los festivales precedentes, el rock y el folklore
volvían a fusionarse. Además, en ese mismo año, volvió a celebrarse una fiesta
de la prensa comunista, en este caso de Compañeros
de Militancia. En esta ocasión, se celebró en Parque Norte el 12 de
diciembre. Entre las actividades se podía disfrutar de: stands de Compañeros; stands de Derechos Humanos;
stands de otras fuerzas políticas; puestos de ventas de ejemplares de
Compañeros y de Propuesta; kiosco de libros y revistas; un Homenaje a la
“Revolución de Octubre”; video-documental sobre el indulto menemista (“Quien
quiera ver que mire”); un acto político central a cargo de Patricio Echegaray,
y para cerrar el evento el recital de Juan Carlos Baglietto y Osvaldo Pugliese,
el tango y el rock se hacían presentes nuevamente. En este sentido, el año 1985
y 1989, significaron para la Fede dos años claves en su militancia
artístico-cultural tanto a nivel nacional como internacional. Por un lado, 1985
fue el año en que la FJC ratificó su participación en festivales de gran
envergadura, como lo fue el Festival de la Juventud y los Estudiantes en Moscú
(Rusia) y la feria de Arte y Parte en Palermo (Buenos Aires). Pero sobre todo,
acentuaba una tendencia a nivel artístico y cultural iniciada en los últimos
años del gobierno dictatorial. Por otro lado, el año 1989, volvía a recuperar
la tradición festiva al participar nuevamente en el Festival Mundial de la
Juventud (Corea), al celebrar la ferifiesta de la prensa comunista y al
participar en festivales realizados por la defensa de los derechos humanos
(festival contra el indulto).
[1]
“Tres mil veces
paz” en: Aquí y Ahora la Juventud, N°
18, Buenos Aires, octubre-noviembre de 1981, pp. 3.
[2] “Así combate el pueblo”, en: Aquí y Ahora la Juventud, N° 30, Buenos
Aires, mayo de 1982.
[3] En este encuentro, al que
asistieron estudiantes y artistas de distintas disciplinas y en el que estuvo
presente el Comité artístico-literario y el Secretario de la FJC, Patricio
Echegaray, se trataron los siguientes temas: 1) bajo nivel de enseñanza en la
Escuela Nacional de Bellas Artes y la orientación europeizante que promulgaba;
2) el auge en el cine de las películas extranjeras por sobre las de producción
nacional; 3) la imposibilidad de los escritores literarios para publicar sus
obras; 4) la lucha de los músicos por la falta de fuentes de trabajo y la
imposibilidad de mostrar lo que hacen. “Encuentro de jóvenes artistas
comunistas” en: Aquí y Ahora la Juventud,
N° 35, Buenos Aires, julio-agosto de 1982, pp. 2.
[4]
Para ampliar
acerca de la iniciativa de Teatro Abierto ver el trabajo de Irene Villagra, Teatro abierto y Teatroxlaidentidad, Universidad de Buenos Aires,
Facultad de Filosofía y Letras. Tesis de Licenciatura, Carrera de Historia
(inédito), Buenos Aires, 2011.
[5]
Isidoro Gilbert, La Fede. Alistándose para la revolución,
Buenos Aires. Sudamericana, 2009, pp. 657.
[6]
“Todos vamos a ser
arte y parte”, en: Aquí y Ahora la
Juventud, N° 22, Buenos Aires, agosto-septiembre de 1983, pp. 10.
[7]
“Arte y Parte”,
en: Nueva Era, N° 8, Buenos Aires,
noviembre de 1983, pp. 28.
[8] “Aquí está la juventud”, en: Aquí y Ahora la Juventud, N° 31, Buenos
Aires, mayo-junio de 1982.
[9] “Fiestononón de la prensa
comunista”, en: Aquí y Ahora la Juventud,
N° 17, Buenos Aires, junio de 1983, pp. 10.
[10]
“Entre la brocha y
la política”, en: Aquí y Ahora la
Juventud, N° 24, Buenos Aires, septiembre de 1983, pp. 9.
[11] Entre las revistas que editó la
FJC durante el período que nos ocupa, se pueden nombrar Aquí y Ahora la Juventud (en julio de 1982), Juventud para la Liberación y Compañeros de Militancia (a partir de 1986).
[12] Esta fiesta fue organizada por la
revista Aquí y Ahora la Juventud,
órgano oficial de la FJC y por Qué pasa,
órgano oficial del PC.
[13]
“Lo que vos
esperabas: Fiesta de la Prensa ´84”, en: Aquí
y Ahora la Juventud, N° 31, Buenos Aires, enero-febrero de 1984, pp. 12.
[14] “Feri Fiesta: una nueva forma de
hacer política”, en: Aquí y Ahora la
Juventud N° 35, Buenos Aires, abril de 1984.
[15]
Para un análisis
pormenorizado de los símbolos, valores, prácticas y tradiciones practicadas y
defendidas por los jóvenes comunistas a partir del retorno de la democracia ver
Férnández Hellmund (2009), Browarnick (2011), entre otros.
[16]
“Mambrú no va a Moscú”, en: Aquí y Ahora la Juventud, N° 57, Buenos
Aires, mayo de 1984.
[17] “Movilizarse
para la fiesta del pueblo”, en: Aquí y
Ahora la Juventud, N° 57, Buenos Aires, marzo de 1985, pp. 9.
[18]
El Festival Mundial de la Juventud y de los
Estudiantes tenía una larga trayectoria: Praga 1947; Budapest 1949; Berlín
1951; Bucarest 1953; Varsovia 1955;
Moscú 1957; Viena 1959; Helsinki 1962; Sofía 1968; Berlín 1973; La Habana 1978,
que fue el festival más representativo al contar con la presencia de 145
participantes. El hecho de convocarse el festival en Cuba, demostró la
solidaridad de las Juventudes Democráticas del mundo con las luchas por la
libertad en Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, El Salvador y demás países con
regímenes dictatoriales, en: Aquí y Ahora
la Juventud, N° 57, Buenos Aires, marzo de 1985.
[19]
Ferifiesta.
La gran Feria anual de los periódicos comunistas, volante de la FJC, abril de 1985.
[20] Ferifiesta. La gran Feria anual de los periódicos comunistas,
volante de la FJC, abril de 1985.
[21]
“Lucha y alegría”,
en: Juventud para la Liberación, N°
2, Buenos Aires, abril de 1986, pp. 9.
[22] Desde mediados de la década del
´80, se venía produciendo un debate político-ideológico al interior del Partido
que se plasmó en el XVI Congreso, el cual se realizó en Parque Norte del 4 al 9
de noviembre de 1986.El Congreso es el foro más importante, la instancia más
elevada que tienen los comunistas, donde se resume su ideología, su línea
política, su organización. Es la síntesis de todo su pensamiento y su acción.
En el caso argentino, las dictaduras y la ilegalidad impidieron que el PC
realizara sus congresos cada 4 años como lo fijan los estatutos. En este caso,
los temas que entraron en debate fueron, entre otros, la posición tomada
durante la última dictadura militar y la nueva línea política a seguir: el
Frente de Liberación Nacional y Social (FLNS), con el que se buscaba aglutinar
a diferentes sectores políticos y sociales bajo la hegemonía proletaria, con el
fin de alcanzar la liberación nacional y social, una nueva tendencia que
reemplazó a la idea del Frente Democrático, defendida por el Partido desde
1935. Para mayor información, ver Casola
(2012); Campione (2007); Gilbert (2009), entre otros.
[23]
“Festival contra
el Indulto en el obelisco”, en: Compañeros
de Militancia, N° 14, Buenos Aires, septiembre de 1989, pp. 8.
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